Todo aprieta, todo agobia... entonces vas al cine y por unos largos y confortables minutos todo ese mal desaparece. Pero luego vuelves a esta rara y extraña vida...y no puedes entender como tanta magia, desaparece con tan solo cruzar el umbral de la sala. Y entonces necesitas más... tienes que volver y cuanto antes. Y esto se repite desde que tenemos 10 años. Bendita adicción.
Hoy hemos sentido lo mismo con Tursun Gül....el tiempo se volvió ligero como el aire y sus acordes nos enseñaron la verdad.
Odío paris - Cuando nadie pone un disco
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